24 diciembre 2011

¡Feliz navidad!



POEMA AL SESQUICENTENARIO
Inquietas se agitan
En sus pasarelas las misses
Hoy se elige
Señorita Perú
En el Hospital del Niño
Penan infantes
Y Pseudomonas
Son las doce de la noche
En Radio Nacional
Que la Patria
Al Eterno elevó

Luis Hernández

En la Navidad cerramos los ojos y nos negamos a escuchar. Nos mentimos para creer que es una fecha feliz, pero en realidad es una de esas festividades que "agudizan las contradicciones" de la sociedad. Basta con mirar más allá de nuestros privilegios para entender la amargura del Grinch.


Mirar, por ejemplo, la fiebre consumista que nos invade. El regalo es más importante que Jesús.

Y a las millones de personas que no tendrán ni panetones, ni pavos ni regalos. Son los que miran detrás de las vitrinas y te piden que les compres caramelos, o peor, los niños a los que las mafias obligan a pedir limosnas en estas fiestas.

Lo más triste es que nos contentamos con dar caridad, es nuestro método para librarnos del sentimiento de culpa. ¿No es degradante que cientos de personas tengan que viajar desde pueblos lejanos y hacer largas colas para recibir del PRONAA chocolate, panetón y un pequeño juguete? Haciéndo cálculos el viaje les sale más caro.
   

  


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